¿Qué somos en realidad?
¿Nos define nuestro nombre, nuestra edad, nuestro género y herencia?
O somos máquinas de crear recuerdos, actuando en base a la experiencia.
Quizá una mezcla de adjetivos, formando cierta personalidad.
Marcados desde la infancia, ansiosos por escapar la actualidad.
¿Podremos ser un ente que supera lo real? Seres libres de un molde limitador.
¿Habremos llegado al nivel ideal? Si nuestra identidad reside en un simple servidor.
Creciendo y amando en el mundo virtual, con un desconocido como Supremo Mediador.
Inmortalizados para siempre en un perfil leal, zafando de perecer con el cuerpo portador.
Y si te digo que sos mucho más que eso.
Más que un grano de arena en el vasto universo.
Se caerá el telón que te tiene tan inmerso.
Escaparás la clase del Maestro Perverso.
Confío en que volarás más allá de tu conciencia…
Porque no sos el experimentador, vos sos la experiencia.
En los momentos que vivís y con cada acción que tomás,
Algo corre por tu mente y tú no lo controlás.
Tu actitud y tu carisma serán sólo una ilusión,
Si el personaje se te rompe con el pisar de un escalón.
Para arriba o para abajo, no existe otra manera,
Por uno de estos caminos se te va la vida entera.
Muy duro es el trayecto si no tenés la dirección,
Y esta la marcás con una fuerte convicción.
Pensá en tu canción favorita o en la cara de tu perro,
Y decime si tu alma no se escapa del encierro.
Levantá esos ojos y dejá a un lado el celular,
Perdete en tu jardín y en lo que hay para anhelar.
Como dicen los estoicos, no es lo que pasa día a día,
Sino tu respuesta a los sucesos la que trae la alegría.
Porque todo en esta vida es cuestión de perspectiva,
Lo que a vos te deprime, a mí me motiva.
Pasá una semana y no te dejes limitar,
Te convertirás en alguien que no podés imaginar.
Aunque si sos terco, testarudo y no crees en la energía,
Entonces ni te gastes con esta apología.
